jueves, 2 de septiembre de 2010

"Vivo sin vivir en mí", Santa Teresa de Jesús





Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero...


De nuevo aquellas mariposas en el estómago que pensó no volver a sentir jamás...

Buscó su presencia entre la multitud que se agolpaba en la sala.
Buscó los colores de su ropa entre el arco iris de bultos humanos que atentamente intentaban distinguir a sus seres queridos para luego fundirse en cálidos abrazos...
Buscó sus ojos, en fin, entre pupilas que brillaban con la alegría del esperado encuentro...

Por unas horas, minutos, instantes, su vida había de nuevo tenido sentido. Metafóricamente comparó aquella su reciente experiencia, con la ilusión y ensoñación que se genera al comprar un décimo de lotería...
¡Ojalá que el 22 de diciembre no llegara jamás!