Pablo Neruda
Ricardo Eliezer Neftalí Reyes Basoalto, más conocido como Pablo Neruda (nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, VII Región del Maule, Chile; murió el 23 de septiembre de 1973 en Santiago de Chile) fue un poeta chileno, Senador de la República, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile y embajador de Chile en Francia, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1971. Es uno de los poetas más editados e influyentes del siglo XX en todo el mundo, «el más leído desde Shakespeare», según el crítico y biógrafo Alastair Reid.
Sr Neruda, Don Pablo:
Entre su prolífica obra, que no en vano ha sido Vd. el más leído desde mi admirado Shakespeare, gratamente he descubierto que también ha pronunciado, como no!, frases cuyo contenido me hacen reflexionar y ésta en concreto que formó parte de su discurso en la entrega del tal bien merecido Premio Nobel de Literatura, dispone de un mensaje subliminal que únicamente con mis ojos de mujer madura me inspira la calma y el dejar que la propia vida fluya por si misma, piano piano, a veces pianísimo, sin intentar gobernar todas las situaciones cual tablero de ajedrez en el que todas las fichas de nuestra existencia estén estratégicamente posicionadas para lograr nuestros anhelados objetivos con una inmediatez que no depende únicamente de nosotros. Los dos epitetos con los que adjetiva los dos sustantivos de cada frase: ardiente (paciencia) y espléndida (felicidad) enfatizan, aún más si cabe, este pensarenbozhalta que me permito plasmar en estas líneas en que la santa paciencia nos es tan necesaria para poder sobrellevar el día a día de nuestra vida, por otro lado tan efímera...
Una licencia más, un copiar y pegar de un poema muy hermoso suyo, Don Pablo, aunque opino que poco conocido:
QUIEN MUERE?
Muere lentamente quien se transforma
en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca, no arriesga vestir
un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa
cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días
quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto
antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto
que desconoce o no respondiendo
cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo
exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.
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1 comentario:
El poema no es de Pablo Neruda, poema de Martha Medeiros
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